Vampiros, brujas y muertos vivientes aguardan a la vuelta de la esquina a la noche de Halloween, celebración anglosajona que hemos importado a nuestro país, pero, ¿qué ocurre con nuestras propias tradiciones del día de todos los santos? ¿Las hemos olvidado? La respuesta es: “no”. Los españoles seguimos fieles a nuestras costumbres y recordamos a los difuntos rindiéndoles culto de diferentes maneras. No te pierdas las cinco tradiciones más características de Andalucia para el 1 de noviembre.
1. Visita a los cementerios
Los cementerios son los grandes protagonistas de la jornada. Si te acercas a cualquier punto de la geografía española te darás cuenta que todas las familias acuden al camposanto a visitar a sus difuntos. Las tumbas se arreglan días antes para que esté todo listo para el 1 de noviembre, se limpian las lápidas y se blanquean. La flor predominante es el crisantemo, típica de la época, que se mezcla con los perennes cipreses. Sin duda, se trata de una muestra de recuerdo y respeto donde además de sentir la cercanía de los que se han ido se les rezan oraciones para su descanso eterno.
2. Iluminar a los difuntos
Esta es una de las tradiciones más antiguas que conservamos. La noche del 31 de octubre es costumbre, sobre todo en Andalucía, iluminar a los difuntos. Se coge un recipiente con agua y se le echa aceite. En el mismo se colocan las llamadas ”mariposas” (una por cada fallecido que queremos iluminar) y se encienden. Todo esto se hace para “guiar” a las almas, para darles luz y tranquilidad. Muchas familias dejan sus velas o mariposas en las ventanas ofreciendo una imagen típica de esta noche de recuerdo y añoranza a los que ya no están.
3. Don Juan Tenorio
No hay noche de todos los santos que se precie en España sin que Don Juan Tenorio suba a escena. Los teatros se llenan para ver al seductor de Zorrilla en este drama romántico. Si tienes oportunidad no te pierdas esta representación típica de esta época. Y es que el día en el que se recuerda a los difuntos y el teatro están estrechamente unidos desde tiempos inmemoriales. Ya lo hacían los romanos y más tarde era usual en la Edad Media a través de los Autos Sacramentales. Don Juan Tenorio desarrolla la mayor parte de su trama en un cementerio y está estrechamente unido a estas fechas desde hace décadas.
4. Los Tosantos
Existen fiestas localizadas que han trascendido al resto de España por su originalidad. Ese es el caso de los “Tosantos” de Cádiz. Si vas a estar por la zona el día de todos los santos no puedes perdértelo. Los tenderos y los propietarios de los puestos en los mercados disfrazan sus mercancías. De esta manera tanto la fruta y la verdura como el cerdo o el conejo son disfrazados de personajes famosos del momento y representan de forma cómica y divertida aspectos de la actualidad con un gran componente crítico al más puro estilo del carnaval.
5. Los dulces
El día de todos los santos trae a nuestras casas una amplia gama de dulces. Abuelas y nietas se meten con los fogones para cocinar los típicos buñuelos de viento, las gachas o los pestiños, entre otros bocados exquisitos. Y es que es muy tradicional, sobre todo en la parte de Huelva y Extremadura, que las familias tras visitar los cementerios se vayan a las casas de campo a probar los productos típicos y comer los frutos del otoño. El dulce de membrillo o las castañas son también elementos que no pueden faltar en la mesa.
La tradición cristiana está muy presente en toda la jornada y la oración es un punto en común en cada pueblo de España. A pesar de las fiestas que podamos importar de otros países nuestras raíces están aún muy inculcadas. Una forma muy nuestra de pasar el día de todos los santos.