Como ya os comentamos, decidimos darle lugar en nuestro blog a una huésped muy especial que quiso compartir con Fuerte Hoteles su diario de viaje de los cinco días que se alojó en Fuerte Grazalema. Después de la Ruta de los Llanos del Endrinal y el camino del Salto del Cabrero, hoy continuamos con la Laguna del Río Campobuche. Os dejamos con la experiencia de senderismo y naturaleza de Petra:
Día 3: Miércoles
En realidad, esta ruta se puede comenzar directamente desde el hotel. Sin embargo, hemos ido con Gloria en coche hasta una llanura situada a unos 2 km del hotel.
Seguimos el dulce arroyo Campobuche, disfrutamos del aroma de las hierbas de la pradera, la luminosidad de los colores y del sol. De vez en cuando tenemos que cruzar el arroyo.
El arroyo se convierte en un río en cuyas orillas crecen pequeñas plantas acuáticas con flores blancas. Nuestro camino nos lleva por un bosque de robles. Rosa nos enseña la forma tan refinada en que estos árboles se defienden de los parásitos.
Forman unos frutos extragrandes, redondos, similares a las piñas, donde se estercolan los parásitos y, de este modo, los frutos de los árboles pueden madurar sin problemas. Encontramos setas, tortugas que interrumpen su baño de sol para sumergirse en el agua y algunas ranas verdes. Seguimos atravesando un bonito bosque de alcornoques.
En el camino de vuelta, una vacada nos dificulta el paso. Rosa y Christo siguen con valentía hacia adelante, armadas con bastones y piedras. Las vacas tienen terneros y, por supuesto, los toros les vigilan. Poco después de pasar la última puerta del vallado, dejando atrás el robledo, podemos observar muchos buitres dibujando círculos en el cielo. Mientras atravesamos una pradera preciosa, podemos identificar sin problema las distintas cumbres de las montañas.
Finalmente, Rosa me enseña el alcornoque más grande, llamado el Alcornoque de las Ánimas. Es un árbol muy misterioso y poderoso. Ha sido una caminata muy agradable.