Muchas veces podemos imaginar cómo sería Europa si la construcción y el desarrollo urbanístico no hubieran tenido el impacto que han provocado en el medio natural a lo largo de los siglos. ¿Cómo era nuestro continente antes de que la mano del Hombre irrumpiera en la naturaleza? ¿Cómo se desarrollaba la vida animal en su estado salvaje? ¿Qué flora nos rodeaba?
WWF Países Bajos, ARK y Wild Wonders of Europe han puesto en marcha ‘Rewilding Europe’, un programa para retroceder el reloj e intentar devolver a su estado salvaje y natural diferentes puntos de la geografía europea. Estas cinco áreas son el este y sur de los Cárpatos, el Delta del Danubio, Velbit (la cordillera más grande de Croacia) y el oeste de la Península Ibérica.
Pero esta iniciativa no queda sólo en estas zonas pues la intención es seguir creciendo y para 2020 conseguir llegar a un millón de hectáreas repartidas en total por 10 espacios naturales diferentes. En este sentido el objetivo principal se basa en devolver a los animales a su entorno originario y velar por la conservación de la flora de cada lugar.
Tierras silvestres en España
La Fundación Naturaleza y Hombre (FNYH) es la encargada de coordinar este proyecto en España y la Associaçâo Transumância e Natureza (ATN) en Portugal. Dentro del proceso de vuelta a lo salvaje en el oeste de la península Ibérica ya se ha puesto en marcha en España un ejemplo de lo que será este programa en Campanarios de Azaba. Por lo pronto este es el único punto en territorio español aunque podría ser ampliado ya que en octubre tiene lugar el 10º Congreso de Tierras Silvestres en Salamanca donde se anunciarán nuevas zonas para aplicar este programa y es posible que salgan a la luz otros nombres españoles.
En Campanarios de Azaba ya se ha comenzado “la vuelta a lo salvaje” gracias a la puesta en libertad de caballos retuertos procedentes de las marismas de Doñana. Este es el primer paso a seguir para después hacer lo propio con reses de ganado y ciervos, despejando así el camino hasta la implantación nuevamente del lince ibérico.
Uno de los ejes fundamentales de Rewilding Europe es, precisamente, la introducción de grandes herbívoros en los ecosistemas. Con la puesta en libertad de estos caballos tal y como señala el presidente de FHYV, Carlos Sánchez “se ayuda a la prevención de incendios forestales y a mantener medios abiertos, los cuales son receptores de una mayor biodiversidad”.
Pero este proyecto no solo supone un enorme atractivo medio ambiental sino también económico. La Península Ibérica se ha visto sacudida en su gran mayoría por una situación de crisis en sectores como la agricultura y la construcción. Esta medida puede suponer a la vez un motor económico para estas zonas pues el turismo responsable y el contacto con la naturaleza son cada vez más demandados por los turistas europeos.
Rewilding Europe viene a nuestro país a enriquecer aun más nuestro atractivo medioambiental. No hay que olvidar valiosos parques naturales como el de Doñana, entornos como la Sierra de Grazalema o El Torcal de Antequera, o mismamente, el atractivo que suponen los kilómetros de mar y océano que bañan nuestras costas. En octubre veremos si finalmente este programa europeo vuelve la vista nuevamente hacia España.