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    Ronda Day Trip: qué ver y hacer en la Ciudad Soñada del Tajo en un día

    Ronda

    42 años se tardaron en construir uno de los puentes más conocidos de España, el puente del Tajo de Ronda, que unió para siempre la ciudad nueva y la vieja, la nazarí y la barroca. El conocido como Puente Nuevo se ha convertido en emblema de la ciudad soñada, de la Ronda bandolera y su encanto romántico, que la ha llevado a situarse en los rankings de las ciudades que hay que visitar alguna vez en la vida -revistas y guías nacionales e internacionales como Lonely Planet o Condé Nast Traveler recomiendan su visita obligada-.

    Así la soñaba el poeta y ganador del Premio Nobel de Literatura, Juan Ramón Jiménez:

    “¿Dónde aquel embeleso, aquella ansia de ciudad típica andaluza, de mejor pueblo, aquella seguridad para después, aquel tiempo detenido?. Esta es, aquí está Ronda, Serranía de Ronda. Ronda alta y honda, rotunda, profunda, redonda y alta…”

     

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    La ciudad malagueña ha inspirado a poetas, artistas, escritores, pintores y viajeros a lo largo de su historia gracias un patrimonio artístico monumental único y un enclave singular. Ronda da para mucho, para días, para semanas si unimos a nuestra visita el entorno de la Serranía de Ronda y el Parque Natural Sierra de Grazalema. Por ello, vamos a intentar comprimir en este artículo la ruta imprescindible de lo que debes ver y hacer en esta ciudad si tan solo cuentas con un día para visitarla. Tomaremos como punto de partida el espectacular hotel Fuerte Grazalema (a tan solo 25 minutos en coche de Ronda).

     

    09.00h

     

    Desayunamos en el bufet del hotel con vistas al pueblo de Grazalema, zumo, café, dulces y como no, pan y aceite con chacinas de la tierra. Cogemos dirección Ronda, concretamente hacia el Puente Nuevo, nuestro punto de inicio a pie, y en tan solo 25 minutos ya estamos allí. Dejamos el coche en cualquiera de los aparcamientos que se encuentran junto a este punto. Un buen lugar podría ser el Parking del Socorro en la plaza del mismo nombre, seguimos caminando por la Calle de los Remedios, giramos a la derecha por la calle del Rosario y allí nos espera la majestuosidad hecha monumento, el Puente Nuevo.

     

     

    Como ya decíamos, el Puente Nuevo constituye un mirador sobre el desfiladero inigualable, donde en lo más profundo cruza el río Guadalevín, que separa la antigua medina o ciudad árabe del barrio nuevo, el Mercadillo -donde nos encontramos en estos momentos-. La ciudad árabe linda su vez con el barrio de San Francisco, del que aún le separan las murallas que protegía la medina.

    El Puente Nuevo es el símbolo de la ciudad desde su construcción en el siglo XVIII, a un lado el mirador, al otro, casas encaramadas a la roca, encaladas, que miran con respeto pero desafiantes al precipicio. Sus 98 metros de altura construidos con piedras del fondo de la garganta del tajo están coronados por diferentes balcones y dentro alberga un Centro de Interpretación de la zona.

     

     

    Cercana se encuentra el otro alma de la Ciudad Soñada, la Plaza de Toros de la Real Maestranza de Caballería de Ronda y su Museo Taurino, que nos llevan hasta la verde Alameda del Tajo.  Se trata de una de las más antiguas y monumentales plazas de toros del mundo. De hecho Ronda es considerada como una de las cunas de la tauromaquia moderna surgida en el siglo XVIII. Su estructura de piedra y doble piso con arquería y columnas rematadas por un tejado a dos aguas de teja árabe bien merecen la visita. Fue aquí dónde en 1954 se creó la mundialmente conocida corrida goyesca, donde la vestimenta nos traslada a la época del pintor Goya.

     

     

    12.00h

    Ronda invita a pasear con tranquilidad y apreciar cada detalle su núcleo urbano, declarado conjunto histórico artístico en 1966. Si seguimos nuestro recorrido nos encontramos con la Iglesia Santa María La Mayor, uno de los monumentos más importantes de de Ronda, donde en su día se hallaba la mezquita mayor de la Medina. Los Reyes Católicos se encargaron de construir sobre ella la actual iglesia de estilo gótico con reminiscencias renacentistas en el 1485,.

     

     

    Nos espera en nuestra camino la Iglesia del Espíritu Santo, mandada a construir en el mismo año, su estilo renacentista se asemeja al de una fortaleza. Merece la pena entrar y observar de cerca el Altar Mayor de estilo prácticamente rococó. Ronda cuenta con una cantidad prácticamente infinita de monumentos, pero hoy no podremos verlos todos, por lo que dejamos a vuestra elección la visita a los Palacios de Mondragón y Salvatierra (siglo XVIII) y la Casa del Rey Moro, desde la que se puede acceder al fondo del tajo desde las escaleras de la Mina.

    Eso sí, imprescindible la visita a la plaza de La Duquesa de Parcent, un espacio señorial de la ciudad vieja, donde destaca la Real Colegiata de Santa María de la Encarnación la Mayor, y el Ayuntamiento (1743), con su maravillosa fachada de doble arcada. Cierra la plaza el convento de Santa Isabel de los Ángeles.

     

    14.00h

     

    Seguro que después del paseo y la escalinata se nos ha abierto el apetito y Ronda es un lugar excelente para saciarlo. La ciudad cuenta con una enorme tradición gastronómica sobre todo en lo que tiene que ver con la carne, en especial la de toro. Más allá de los restaurantes concentrados en Calle Nueva, si hay un lugar emblemático ese es el famoso Lechuguita, uno de los lugares más concurridos y populares, donde la marca de la casa es la lechuga y su aliño especial. Otras buenas opciones son el bar Quinto Tramo, De Locos Tapas o Carmen la de Ronda.

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    En cualquiera de ellos no olvides preguntar por los vinos rondeños, que cada día cobran más importancia en el mundo vinícola español debido a su gran calidad. Prueba en cualquiera de sus bares la ‘masita’ de chorizo o las tapas de rabo de toro, ¡no te arrepentirás! ¿Y para el postre? El más típico del municipio es la Yema del Tajo, un dulce que los nuevos chefs se han atrevido a revisar y lo han convertido incluso en helado. Sus creadores, la confitería Las Campanas, fabrican 10.000 cajas al año. Para probarlas en forma de helado, la heladería Il Sobrino te ofrece éste y muchos otros originales sabores.

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    16.00h

     

    Ya con el estómago lleno, podemos continuar con La Casa del Gigante, La Casa de San Juan Bosco, el Arco de Felipe V y la Puerta del Almocábar, uno de los puntos más destacados de la Muralla de Ronda (siglo XIII), realizada durante la ocupación musulmana y puerta de entrada a la Alcazaba.

    La tarde podemos reducirla a cuatro puntos clave junto al centro. El primero es los Baños Árabes, este hamman de la época musulmán es el mejor conservado de la Península Ibérica (s.XIII-XIV d.C). A día de hoy podría seguir funcionando gracias a su buen estado de conservación.

     

     

    Otro de los puntos es el Convento de San Francisco, en el barrio del mismo nombre que comentábamos antes. Cuenta con un peculiar estilo autóctono denominado ‘plateresco’. Otro punto de interes es la Fuente de los Ocho Caños, situada en la calle Real, (construida por Felipe V), la más antigua de Ronda que aún continúa abasteciendo de agua a turistas y locales, ¡bebe directamente del chorro como un rondeño más!

     

    19.00h

     

    La tercera de las paradas podría ser el Convento de la Merced, que conserva la Iglesia y el huerto de la edificación del 1.585. Su interior alberga un relicario de plata dorada con incrustaciones de piedras preciosas que contiene la mano incorrupta de Santa Teresa de Jesús, del siglo XVII.

     

     

    Si hemos sido rápidos caminando y no hemos parado mucho en cada spot, igual tenemos tiempo para visitar el Museo del Bandolero de Ronda. Este lugar acoge parte de la historia de la Serranía en el XIX, prestando especial atención al bandolerismo de la época, sus costumbres y forma de vida, así como su legado cultural.

    Ya fuera de Ronda encontramos otras experiencias para los que hayan quedado con ganas de más. Su entorno ofrece senderismo, cicloturismo, carreras de coches en el Circuito Ascari, visitas al espectacular yacimiento de Acinipo (de la etapa romana); y una de las opciones más exitosas, catas y visitas a alguna de las múltiples bodegas en la Sierra de las Nieves (como la Bodega Cortijo de Los Aguilares, muy conocida entre otras cosas por haber inventado los bombones de vino tinto).

     

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    Para terminar el día qué mejor que acabarlo en una gran terraza viendo atardecer con el tajo de Ronda como telón de fondo. El bar Maruja Limón ofrece cócteles, tapas y… por qué no, una cena a la luz de las velas.

     

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    DONDE ALOJARSE

    Hotel Fuerte Grazalema

    Otra opción para terminar el día en Ronda es volver al hotel Fuerte Grazalema y admirar los preciosos atardeceres que ofrece hacia el Parque Natural Sierra de Grazalema desde su piscina y jacuzzi. Este hotel, uno de los más recomendados de la zona, por su calidad, tradición y servicio, se ha convertido en si mismo en un lugar que se debe vivir alguna vez en la vida. Cuenta además con una pequeña granja, amplias habitaciones, un restaurante con una panorámica única y una oferta gastronómica basada en los productos de la tierra. Además permiten mascotas.

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