La dieta mediterránea siempre ha estado reconocida mundialmente por su calidad, su riqueza y su carácter saludable. Ahora la UNESCO ha decidido incluirla dentro del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad dando un nuevo impulso a este modelo de alimentación tan conocido a nivel internacional. España, Italia, Marruecos, Grecia, Chipre, Croacia y Portugal son los herederos de siglos y siglos de tradición culinaria que han marcado un estilo de vida propio y único. Aquí te ofrecemos los diez puntos más importantes que hacen del Mar Mediterráneo nuestra fuente de salud y bienestar a través del paladar.

1. El aceite de oliva

Conocido mundialmente como “el oro líquido”, el aceite de oliva es la principal grasa utilizada en la dieta mediterránea. Nos encontramos ante un alimento rico en vitamina E, beta- caroteno y ácidos grasos monoinsaturados que desempeñan funciones cardioprotectoras. La mayor parte de los platos están preparados con este tesoro del olivo que ha perdurado a lo largo de los años convirtiéndose en seña de identidad de la cuenca del Mar Mediterráneo.

2. Productos frescos

Es muy importante aprovechar los productos frescos y de temporada para elaborar nuestras recetas mediterráneas, sobre todo cuando se trata de la fruta y la verdura. En primer lugar porque se potencia el sabor de estos ingredientes y en segundo punto porque nos aporta un mayor número de nutrientes. Las tierras son muy fértiles en los países que siguen esta dieta y muchas familias tienen incluso su propio huerto de donde sacan sus alimentos.

3. Pescado azul

El Mar Mediterráneo, dentro de su riqueza, tiene una enorme variedad de pescado. Es muy usual consumir este alimento al menos dos veces en semana ya que sus grasas, aunque de origen animal, son muy parecidas a las vegetales y ayudan a prevenir las enfermedades del corazón. Si quieres conocer auténticos manjares marineros es muy importante que pruebes las recetas mediterráneas.

4. Vegetales

Frutas, verduras, legumbres, champiñones y frutos secos son consumidos en abundancia dentro de la dieta mediterránea y son la principal fuente de vitaminas, minerales y fibra de nuestro organismo. Esto ha provocado a lo largo de generaciones que las personas que siguen este modelo de alimentación se hayan desarrollado de manera más saludable que otras que no lo hicieron. Si quieres apuntarte a este estilo de vida no olvides consumir al menos cinco veces al día estos alimentos.

5. Pan y cereales

Si un coche necesita gasolina para ponerse en movimiento, el ser humano precisa de carbohidratos para coger la energía suficiente para llevar a cabo su vida. El pan y los cereales deben formar parte de la dieta diaria siendo un soporte muy importante. En este sentido, la pasta y el arroz son los ingredientes más conocidos y la cuenca mediterránea posee un amplio abanico de recetas exquisitas con este soporte ¿Has probado la pasta italiana? ¿La paella española? Cualquier plato que quieras llevarte al paladar te hará disfrutar de lo mejor que pueda dar una cocina.

6. Vaso de vino

Una costumbre muy mediterránea es almorzar con una copita de vino. Está comprobado que, si se hace con moderación, esta práctica puede resultar muy beneficiosa para el organismo, especialmente para el corazón. Además, las vides que abrazan al Mar Mediterráneo son de una calidad extrema y ofrecen los mejores tintos. Si viajas por España, Italia, Portugal o Grecia no dejes de interesarte por su vinicultura.

7. Productos lácteos

Para mantener un estado de salud fuerte es imprescindible consumir productos lácteos a diario. El calcio que nos ofrece la leche es indispensable para nuestro organismo y supone un refuerzo esencial de los huesos. La elaboración de deliciosos quesos es una característica que se repite a lo largo de la cuenca mediterránea. En este sentido, no puedes perderte el “curado manchego” en España. También es importante que pruebes en este apartado el famoso y cremoso yogur griego.

8. Carne roja

Otro hábito saludable de esta dieta Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO es el poco uso que se hace de la carne roja. Este alimento puede perjudicar seriamente la salud si se consume de manera excesiva. En los países del Mediterráneo se ingiere poco y si se hace es normalmente en el contexto de un guiso, es decir, formando parte como un ingrediente más no como plato principal.

9. Técnicas culinarias

La dieta mediterránea no es solo los alimentos que la forman sino las recetas que se llevan a cabo con ellos y las técnicas culinarias que han pasado de generación en generación. La manera de cocinar es esencial además de los mismos materiales con los que se haga. No es lo mismo aliñar unas aceitunas en un barreño de barro que hacerlo en uno de plástico, o preparar un salteado de verduras con una cuchara de aluminio en vez de una de madera. Cada detalle enriquece aún más este estilo de vida del Mediterráneo.

10. Ejercicio físico

Otra parte importante que ha de añadirse a esta dieta es la mezcla de una buena alimentación con el deporte. Cada persona tiene unas capacidades diferentes pero es esencial el movimiento del cuerpo. Dar largos paseos  es una costumbre muy sana que se lleva a cabo mucho en tierras mediterráneas ya que el buen clima invita a la actividad física al aire libre.

La dieta mediterránea es un estilo de vida. Está comprobado que este modelo ayuda a la salud en muchos aspectos. Así pues favorece el ritmo cardiaco además de bajar el índice de posibilidades de padecer enfermedades cerebrovasculares, diabetes o hipertensión. No olvides que tenemos que cuidar el cuerpo y la mente y qué mejor manera de hacerlo que con una excelente alimentación.