En el anterior post os hablábamos de cómo organizar las tareas diarias para evitar el estrés y sacar tiempo para hacer deporte. En ese caso os comentábamos que a veces es muy importante saber decir “no” cuando es necesario. Y es que uno de los mayores dilemas ante el que nos encontramos a veces es ese, decir “no” a un ser querido, un buen amigo o incluso al jefe en el trabajo.
No nos referimos a una situación conflictiva, ni de malos modales. Mucha gente encuentra muy difícil decir “no” porque siente la obligación de declinar ante los deseos de todos, incluso de sus órdenes. De hecho, la inhabilidad de decir “no” es una de las causas más grandes de estrés.
Y es que una de las sensaciones que mucha gente sufre en periodos de estrés es la falta de control sobre sus propias vidas y su destino. La incapacidad de decir “no” a alguien solo refuerza esta sensación.
Un amigo te pide que cuides a su hijo pero quieres ir a caminar un poco. Puede ser una excusa fantástica para no hacer ejercicio físico, pero en el fondo quieres ejercitar tu cuerpo y quizás lo necesitas, pero sientes que no puedes decir que no a tu amigo.
Aprender a decir que “no”
¿Por qué para mucha gente este tipo de situación es muy difícil de manejar? ¿Es debido a una autoestima baja? Dado que queremos que nuestros seres queridos no nos rechacen… ¿hacemos todo lo que nos pidan? Esta reacción puede tener que ver con el poder, quizás tengamos la impresión de que tienen el derecho a dominarnos, pero esto solo es nuestra interpretación subjetiva.
Cuando hablamos de decir “no”, evidentemente no nos referimos a hacerlo por razones ilógicas o por venganza, hablamos de rehusar a hacer algo cuando no te interesa, ni supone un grave inconveniente para la otra persona. Y por eso, ¿cómo podemos decir “no” de manera educada y razonable? Ten en cuenta que también hay un sitio y una hora para todo. Aquí hay algunas cosas que deberías recordar:
Aprender a decir que “no”
Por esto, piensa en estos puntos antes de aceptar o rechazar alguna tarea:
Si la respuesta a estas preguntas es “no”, entonces simplemente rechaza esa tarea que alguien te impone de manera muy educada y con una sonrisa. Si te hace sentir mejor, justifícate y dale las razones por las que has tomado tu decisión, aunque realmente no es necesario.
- Solo tienes un número limitado de horas despierto al día. Nadie espera que lo hagas todo. Si es así, son ellos los que no son razonables , lo que te da el derecho a decir “no”.
- No es saludable aceptar siempre obligaciones nuevas. Causa más estrés.
- Decir siempre “sí”, puede significar que estas diluyendo tus propias responsabilidades por las de los otros.
- Decir “no” te permite terminar las tareas anteriores y empezar nuevas.
- Decir “no” no significa automáticamente que eres egoísta. Cuando dices “no” a un compromiso nuevo, estás siendo fiel a tus obligaciones actuales y asegurándote que puedes dedicarles el tiempo adecuado.
- Decir “no” te dará la sensación de tener controlada tu vida de nuevo.
- ¿Quiero hacerlo?
- ¿Realmente me interesa hacerlo?
- Si no lo hago, ¿realmente la otra persona sufrirá mucho?
- ¿Estoy siendo irrazonable o vengativo por decir “no”?
- ¿Perderé algo por decir “no”?
- ¿Habrá un desastre si digo “no”?