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En esta época del año son muchos los que sienten los efectos negativos del cambio de hora. Los relojes se adelantan y algunos se encuentran extraños por el cambio, pero, ¿por qué pasa esto? Desde luego cada individuo es diferente y reacciona de una manera distinta y de una forma muy personal, pero obviamente algo ocurre en nuestra rutina con el cambio de la hora.

Ese Ahorro de una Hora del Día (DST) fue una “invención” para hacer precisamente lo que dice el título. Ahorrar o extender la luz del día. Tampoco es casual que esta costumbre solo se haga en el mundo occidentales a excepciones de algunos países del sur de América (Chile, Paraguay y Brasil) y Angola en África. La mayoría de estos países están a una distancia importante del ecuador y por esto habrá periodos del año en el que el día es más corto que la noche y por tanto la luz diurna tendrá una importancia muy significante.

En Occidente la luz del día significa dinero, cuando el sistema fue introducido por George Hudson Wilson en 1895 la luz artificial era probablemente muy cara de producir y habría sido de sentido común prolongar la luz del día por razones de ahorro.

Hoy día, una de las razones para mantener esta tradición, aunque las facturas de energía son relativamente más baratas, es que el tiempo de ocio para mucha gente es por la tarde, es decir después de trabajar. Y por tanto mucha gente quiere pasar su tiempo libre con luz.

Incluso en el mundo de agricultura hay ciertas ventajas por tener luz hasta más tarde, aunque esto es difícil de entender especialmente cuando hablamos del ganado o cereales. Quizás los beneficios son solo para los agricultores. Al principio de esta costumbre se veían algunos inconvenientes, ya que hay que tener en cuenta que todo esto pasó antes de la invención de los ordenadores y  las actividades al aire libre eran prácticamente imposibles de realizar.

La gente a favor, principalmente los políticos, habla de los ahorros en los costes de energía. Tener más luz durante el día laboral también promociona las actividades físicas de ocio y por lo tanto es bueno para la salud física y psicológica, reduce los accidentes de tráfico, reduce la actividad criminal y es bueno para los negocios.

Los grupos que tienden a apoyar DST son trabajadores urbanos o profesionales, negocios minoristas, deportistas del aire libre, los negocios de turismo y otros que se benefician de un día con luz hasta más tarde, especialmente en verano.

Pero hay otros que no están de acuerdo, son los que exponen la idea de que el ahorro de energía no está realmente probados. Otros argumentos defienden que el DST puede provocar incluso en riesgos para la salud como infartos, así como influir de forma negativa en las actividades matinales, así como que cambiar de hora dos veces al año es un disruptivo tanto económico como social sin ningún beneficio probado.

En resumen

En definitiva hay dos argumentos para mantener la costumbre DST: la economía y la seguridad pública. Pero una cosa es cierta, el cambio del reloj afecta a algunas personas de forma negativa así que vamos a ver lo que se puede hacer para evitarlo.

La primera pregunta es cómo un pequeño cambio de solo una hora puede afectar al cuerpo humano. ¿Se puede comparar con el fenómeno de jet lag?

El cuerpo humano necesita una rutina, algunos más que otros y por tanto un cambio, aunque pequeño, puede afectar a los biorritmos del ser humano. Normalmente con tiempo todo vuelve a su cauce pero aquí hay algunos consejos para evitarlo:

1. Prepararse para el cambio

Antes del fin de semana del cambio de hora intenta incorporar los retoques antes del comienzo de la semana laboral. Levántate una hora más temprano el viernes o el sábado y también rectifica los horarios de las comidas. Con esto lo que estás haciendo es educar y adaptar el cuerpo a los cambios inminentes. Tu cuerpo estará adaptándose de forma paulatina.

2. Ejercicio físico

Quizás es muy aburrido escucharlo pero el ejercicio físico es muy relevante. El ejercicio físico ayuda a que el cerebro segregue la serotonina que nos ayuda a adaptar nuestros cuerpos a los cambios. Solo caminar a paso rápido durante una hora será suficiente y es mejor hacerlo durante la mañana porque si lo haces muy tarde puede afectar al sueño.

3. No a la siesta

Intenta evitar echarte la siesta, ya que va a afectar también el sueño por la noche. Si tienes ganas de dormir la siesta, date una pequeña vuelta o toma una ducha.

4. Nada de alcohol

Intenta no tomar alcohol durante unos días hasta que el cambio se sienta. Tomar alcohol puede afectar en la forma y la calidad del sueño.

5. Cuida tu sistema digestivo

Intenta no tomar la cena demasiado tarde. Los españoles cenamos muy tarde, esto no es muy bueno a la hora de dormir.

6. Introducir mucha luz en tu vida

La combinación correcta de luz y oscuridad ayuda al ritmo circadiano de tu cuerpo a adaptarse y por esto puedes dormir dentro de tu nuevo horario y tener mejor calidad de sueño. Por la mañana abre las cortinas o persianas e intenta pasar tiempo al aire libre durante el día si es posible. No tengas las luces muy brillantes durante la tarde noche y tu cuerpo sabrá que pronto será la hora de acostarte.

Con un poco de suerte estas sugerencias te ayudarán a adaptarte con mayor facilidad a los cambios de la hora. El cuerpo humano es por definición una máquina con mucha capacidad de adaptación pero es muy sensible y puede detectar unos cambios muy pequeños. Sin embargo dentro de unos días el cuerpo volverá a la normalidad. Si has probado todas las sugerencias y aún tienes problemas en acostumbrarte al horario nuevo después de unas semanas, quizás tendrás que ver a tu médico de cabecera para pedir más ayuda.