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    Anécdotas divertidas: Hoteles con animales y sus historias

    Hoteles que admiten animales

    Hoteles que admiten animales

    Hoy en Fuerte Blog os vamos a contar la historia de nuestra compañera Teresa, camarera de pisos del hotel Fuerte Conil – Costa Luz, que ha querido compartir con todos los lectores de este blog su anécdota con el loro de la habitación 1064. Os dejamos con su historia:

    Hola soy Tere y me gustaría aprovechar esta oportunidad para contaros una de tantas anécdotas que nos ocurren en el hotel, donde trabajo de camarera de pisos.

    Todo empezó un día después de haber librado. Como siempre empecé el turno en la planta que tengo asignada, durante los días que había estado de descanso llegaron unos huéspedes nuevos a las habitaciones 1064 y 1065.

    Cuál fue mi sorpresa cuando abrí la puerta y me encontré con un loro. Ya sabéis que como hotel responsable y comprometido con el medio ambiente que somos, admitimos animales, pero nunca me hubiese imaginado encontrarme a este huésped inesperado, ¡un loro! En un principio parecía que el loro no hablaba, al menos a mi no me dijo nada.

    Ese mismo día, conocí a los dueños de este animalito justo cuando salía de la habitación y me quedé boquiabierta cuando el loro empezó a llamarles por su nombre, a silbarles y lo más gracioso de todo… ¡a imitar a la perfección al perro que había en la habitación de al lado! La verdad es que me conquistó y me propuse que antes de que se fuesen del hotel me tenía que hablar.

    Parecía que se resistía a prestarme mucha atención, pero fueron pasando los días y todas las mañanas yo echaba un rato con el loro, unos minutos de distensión que luego tenía que recuperar. Le hablaba mientras limpiaba todo con mucho cuidado para no asustarle, pero nada de nada, no me decía ni ‘mu’.

    Los clientes, sus dueños, se alojaron diez días y el penúltimo llegó la recompensa. Entramos mi compañera Graciaela y yo a limpiar y como siempre no dijo nada, pero cuando ya estaba para irme, justo empezó a silbarme. ¡Qué alegría! Al final me había cogido cariño. Incluso y ya que estaba en racha, le pedí que me imitara a la mascota vecina y así fue, ¡me ladró! Quizás a alguien le puede parecer una tontería, pero para mi fue todo un logro. Me gusta tener en las habitaciones a estos huéspedes tan especiales, son como cualquier otro cliente y hay que tratarlos con mucho cariño.

    De hecho, no sé si este post lo llegaran a leer algunos de los clientes con los que he tratado, pero por mi planta, la 1º de poniente del Fuerte Conil, han pasado muchos animales -incluso he tenido un hámster- a los que me gustaría saludar.

    Así que quiero terminar esta historia recordando a los perros Telma, Bruno, Macarena, Mac y en especial a Rocky, que ya no está con nosotros pero que su dueño sigue viniendo todos los años  a mi planta.

    Teresa, muchas gracias por compartir esta anécdota tan bonita con nosotros, como bien has dicho en Fuerte Hoteles las mascotas son más que bienvenidas. Si eres de los que viaja con mascota, haz tu reserva pinchando aquí.

    Todos sabemos que en los hoteles hay muchas historias que contar, es un lugar donde entra y sale mucha gente cada día, de todas las procedencias y condiciones. Y la verdad, es que no entran solo personas sino también animales, cada vez los establecimientos turísticos se están adaptando a las necesidades de las familias que no desean dejarse a atrás a sus mascotas cuando se van de vacaciones.

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